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El castillo de Bian

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martes, agosto 29, 2006

La centrifugadora Nº 31

Bueno, tenía pensado hablar del tema de la lavandería en algún momento, pero la sintuación de ayer tarde es la que ha dado pie a que encabezase la lista de cosas a contar.

Antes de contar el suceso en cuestión, vamos a hablar de la lavandería. La "increible" lavandería queda a muy poca distancia de la casa. Supone cruzar la calle Elisabethenstraβe, que es por donde pasan las lineas 30 y 36, las que antes tomabamos para ir al edificio antiguo (voy a tener que pensar seriamente lo de poner las fotos de mis mapas, pues si no, es como no decir nada), y avanzar un poco por una de las calles transversales a esta. No muy lejos, como a unos 50 metros, llegamos a la lavandería. Es facil de reconocer, sobre todo porque al mirar hacia el interior a través de sus grandes cristaleras, se pueden ver muchas lavadoras.

Pues bien, el horario de apertura es de 6 de la mañana hasta las 11 de la noche. La primera vez que llegamos, uno no sabía que hacer, ya que no tengo ni la más mínima idea de como usarlas, y todos los carteles están en alemán. Pues nos acercamos a un chico que iba a hacer su colada (mira que decir colada cuando de siempre he dicho "lavar la ropa"), y en inglés nos explicó que tras poner la ropa en la lavadora había que asegurarse que la tapa estaba bien cerrada (algo importante y lógico), luego vamos a una pared donde había unas ranuras para meter el dinero (o billetes de 5 o 10 €). En una ranura solo se pueden introducir monedas de 0'50€ y en la otra el resto menos las de 1 y 2 céntimos de euro.

Tras pagar 3€ que cuesta poner en marcha la lavadora, se pulsa el botón con el número de la lavadora que estás usando. También has de pulsar un botón (el que esté encendido) y te dan el detergente en polvo (solo un vasito), que lo has de añadir en dos sitios: un poco para el principio del lavado y otro poco para el resto. Si le quieres poner suavizante, tienes que pagar 0'20€ por un taponcito. Cuando ya está todo listo, vas a la lavadora y selecionas la temperatura del agua y pulsas "play". Vale, es una tecla con un símbolo parecido. Y automáticamente comienza el lavado. En una pantallita en la lavadora aparece el número de minutos que va a tardar.

Vista de la mayoria de las lavadoras

Cuando termina, y si hay alguna cestita con ruedas libre, sacas toda la ropa y vas a las secadoras. El proceso es similar y hay que acordarse de revistar el filtro de la secadora y limpiarlo si tiene mucha pelusa. El coste por usarla es de 0'50€ durante 15 minutos. Vas a la maquina, introduces el dinero, seleccionas el número de la secadora y ya puedes elegir la temperatura y volvemos a darle al "play".

Alguien ha metido un edredón o algo (No es la nuestra)

Hay que reconocer que finalmente solo usamos la secadora para la ropa interior y alguna prenda que prácticamente esté seca, ya que en 15 minutos no da tiempo de que se sequen las prendas gruesas. Tienes que gastarte mucho dinerito y tiempo para que quede bien seca. Como salía muy humeda, la traemos rapidamente a casa y la repartimos por ella para que se seque mejor.

Visto lo que pasaba con las secadoras, decidimos invertir el dinero en la centrifugadora (cuesta lo mismo que la secadora, aunque termina mucho antes), ya que así por lo menos, quedaban menos mojadas y luego se "tiende" por la casa. La centrifugadora es de un uso más facil, pues pones la ropa, cierras la tapa (haces presión para ello) y como el resto de las maquinas (pagas, seleccionas número, y apretas el botón correspondiente).

Pues bien. Casi siempre hay alguna lavadora o secadora rota, y de las 3 centrifugadoras, solo funcionan 2. Una de ellas es la que siempre usamos, la "Centrifugadora Nº31". Ayer tarde, tras haberla usado una vez, pusimos una segunda carga.

Pues bien, al darle al botón de encendido, empezó a moverse un poco, pero como ya uno la conoce, pues la sujeté pensando que era por la tapa. Pero, ¡¡¡Bum, bam, bum!!! ¡¡¡LA MUY LOCA EMPEZÓ A DAR SALTOS!!!. Yo, que la estaba sujetando, me acojoné, para que mentir. Y de repente se para. Nosotros nos quedamos mosqueadisimos, ya que los ruidos que hizo denotaban que se había roto. Es más, yo tuve la sensación de que el bombo (vamos, la pieza interior que gira), se había desencajado. Pues al abrir la tapa, efectivamente, no solo se había desencajado (se notaba), sino que olía a quemado. Empecé a sacar la ropa, y mi compañero me dijo que por que no la usabamos de nuevo, que quizas era que no estaba bien repartida la ropa. Le comente que olía a quemado, y cuando se acercó, lo corroboró. Pusimos un cartelito de "no me uses que estoy rota" y nos llevamos la ropa mojada a casa. No se lo que pasará, pero la semana que viene nos volveremos a encontrar.

"La secadora que cobró vida" (próximamente en cines)

domingo, agosto 27, 2006

Bichos y más bichos.

"En un país multicolor, había una abeja bajo el sol,
y fue famosa en el lugar, por su alegría y su bondad."

Bondad que no tiene ninguna de las amenazadoras abejas de Alemania. Es increible la cantidad de abejas que te puedes encontrar (en realidad son ellas las que te encuentran a ti). No hay día en el trabajo o fuera de él, en el que las abejas no hagan acto de presencia. En el mercado en la calle Zeil, en los puestos de frutas, hay unos enjambres increibles. Lo peor de todo es que no se espantan con facilidad. He visto más de un caso durante mi estancia aquí en el que la persona, tratando de espantarla (lógicamente en estos casos no se ha fijado que es una abeja, ya que piensa que es una mosca), pone la mano encima y aguijonazo al canto. Si, la abeja luego morirá, pero el daño ya está hecho.

Por suerte, y esperemos que siga así, no me ha picado ninguna. Siempre estamos pendientes todos. Cuando vemos revolotear alguna los movimientos que hacemos para espantarlas son bastante extraños. Cualquiera diría que nos estamos inventando un baile.

Una de las zonas por las que solíamos sentarnos a comer es en las afueras del edificio. En la imagen se puede ver un poco. Es la zona justo detrás y al lado del cartel, en la hierba o en la zona metálica pegada al edificio. Mietras no hiciese demasiado frio, nos sentrabamos y conversabamos durante nuestro merecido descanso.

No se si es que les atrae la comida, la gente, los perfumes, o yo que se, pero el caso es que durante las comidas, nos pasamos mucho tiempo tratando de espantarlas o esperando que con suerte se decidiera por la comida de otro. En una ocasión encerramos a una en una tarrina de una ensalada de esas preparadas (después de habersela comido la persona) y en otra ocasión en una caja de pizza, pero se escapó por uno de los agujeros.

También están los mosquitos. Bueno, ya no tanto. Mientras me quedaba a dormir en el sofá-cama, no hicieron acto de presencia, pero cuando me tocó dormir en una de las camas, se cebaron. En una sola noche me picaron como 10 veces. Una en la mano izquierda, dos en la derecha, dos en el costado izquierdo, dos a la altura de la cintura en el lado izquierdo (aunque aqui parecían más multiples picadas, pues eran enormes), una en la espalda y otra en el pie.

Esta es una foto tomada tumbado en la cama en cuestión. Hay un poco de desorden, pero está relacionado con la lavandería y sus "estupendas" secadoras.

Pero lo más "divertido" de todo, es que no se dedicaron a picar a nadie más. Al cabo de un par de días me picaron un par de veces más en el codo derecho. Poco después me volví a trasladar al sofá, y desde entonces no se han percatado de mi huida.

Para rematar el post de los bichos, sobre la "cama de los mosquitos" hay una ventana. Esta ventana está en el mismo tejado. No muy lejos de ella (en el exterior), hay un ventanuco en el que las palomas parecen tener un bunquer. Pues bien, la primera mañana tras trasladarme a la cama, habiendo tenido turno de noche (terminaba a las 11)y acostandome a las 2 de la mañana, las hijas de %&$%# de las palomas se pusieron a picotear en el cristal de la ventana. No me importa que se pongan a pasear por el tejado, ni que hagan el típico ruidito, pero el picotear el cristal me despertó completamente. Al abrir la persiana, me ecuentro a la muy delicuente mirando para mi como quien dice:

"¿Y tu quién eres?¿Qué haces aqui?¿Dónde está el otro individuo que se acostaba ahí?"

La espanté y vi que hora era. ¡¡¡Las 7 de la mañana!!!. Me fue imposible dormirme de nuevo, y fue un día horroroso.

Una foto de la ventana en cuestion.

viernes, agosto 18, 2006

Fiesta pasada por agua

El fin de semana a principio de mes hubo una fiesta a orillas del rio. Era un buen día para dar una vuelta y despejarse de toda la semana de trabajo. Salimos sobre las 9 de la noche, hora más que decente. Para los alemanes, las 7 de la tarde es hora más que normal para empezar "la marcha", encontrándote a la gente ya borrachos perdidos a las 10 u 11 (de la noche).

Antes de dar una vuelta por la feria fuimos a encontrarnos con unos amigos, que estaban en una pizzería en la "Dom Platz", no muy lejos de la iglesia Dom-St. Bartholomäus.

Justo desde donde está tomada la foto, hay unas ruinas, que por lo que me han dicho, pertenecen a parte de la antígua estructura de la iglesia, ya que ha sido restaurada y ampliada.

No muy lejos de ahí, hay un museo de ilustraciones y referencias a la historia de Struwwelpeter. Mi compañero de trabajo me contó un poco por encima que era una historia para niños, ya que dicho personaje era un niño. Como no se acordaba mucho de la historia, me contó lo que se acordaba, pero me sorprendió que lo que me narró fuese una historia para niños. Bueno, para traumatizarlos está bien.

Se lo comenté a mis compañeros de piso, y les hizo gracia, porque también les parecía un tanto absurda. Así que buscamos en internet y vimos que era muy diferente a la idea que me había hecho. Como pienso dedicarle algún post a ese personaje, dejaré la frase con la que me hice la idea principal de Struwwelpeter:

"Struwwelpeter era un niño que no quería cortarse el pelo, no quería cortarse las uñas y no se quería tomar la sopa y se murió."

¿Todo este rollo para qué? Para dar más ambientación a la historia. Tras esto, ellos se fueron por un lado y nosotros por otro. Paseamos por la plaza viendo los pintorescos edificios y seguimos caminando. Con mi mapa(simepre va conmigo desde que lo tomé del hostal en el que me quedé el primer día) iba localizando donde estaba y que cosas interesantes había cerca de la feria. Otra plaza, otra iglesia, y cuando uno parece que ya empieza a estar entretenido mirando cosas por todos lados, el fantástico e impredecible tiempo cambia y empieza a llover. A refugiarse tocaba, pues aunque en principio parecían cuatro gotas, no tardó en ganar intensidad. El problema es que uno no tenía ni paraguas, ni abrigo con gorro ni nada, y por tanto no tardé en tener toda la cabeza mojada. Si a eso le añadimos que las gafas estaban también mojadas, poco se podía ver.

No muy lejos aprovechamos y sacamos fotos que dada la situación del tiempo, el emplazamiento y como no, el fotógrafo, tenemos una foto como esta:


Vaaaale. No soy un supermodelo, pero tampoco lo pretendo. La foto es divertida y StickmanOo, de Chalado en Jaula. De todas formas no soy de los que le gusta salir mucho en las fotos y aún menos publicarlas en cualquier lado de internet. Pero bueno.

Finalmente y viendo que la cosa no amainaba, decidimos volver a casa y ver como una tarde-noche de feria se veía arruinada por la lluvia.

jueves, agosto 17, 2006

El desayuno de los campeones

Una de las primeras cosas que hace uno cuando ya por fin se ha instalado es localizar los supermercados. La comida es un bien vital, y como tal, hay que estar bien abastecido.

De entre los diversos productos que uno puede comprar, de los más básicos y completos son los cereales. Son económicos (por lo general) y hay de diversas clases. Uno de los primeros que compramos fueron los "Schoko Balls" algo así como los cereales Nesquik pero en alemán y peores.

Esto sí son cereales y no los "Choco Piedras"

¿Peores? Sí, terríblemente peores. Los "Schoko Balls" parecen inicialmente unos cereales normales y corrientes con forma de bolitas de chocolate, pero realmente son armas destructoras de la boca. Eso lo sabes cuando te comes la primera cucharada. Son crujientes, sí, pero increiblemente duros. Claro, uno piensa: "Lógico, hay que esperar que se empapen en la leche y se ablanden un poco". ¡JA! Iluso de ti. No se ablandan y terminas comiendo piedras. Así había que acabar el paquete de 750 gr., que no son pocos y día tras día tu boca sufre por comer los interminables cereales.

La caja de los "Choco Piedras"

Lo único que podía aliviar el sufrimiento era mezclarlos con otros cereales, para que la tortura no fuese tal. Una de las últimas veces probé a echarles leche caliente, y se ablandaron algo, pero no me molesté mucho más, solo quería que se terminasen.

Sea como fuese, los susodichos "Schoko Balls" los terminamos denominando "Choco Piedras". Como no, una muestra de como eran en realidad (Sí, son cereales aunque no lo parezcan).

Cereales flasheados a las 5 de la mañana

miércoles, agosto 09, 2006

Imagina un lugar

Cierra los ojos. Piensa en un lugar, sus colores, sus olores, su sonido. Todos poseemos una imaginación ilimitada, y parte de nuestra felicidad vive en ella.

Pero, ¿que pasa cuando el lugar que has imaginado se convierte en realidad? Pues que esa parte de la felicidad aumenta por el simple hecho de ver convertido algo que solo habías imaginado.

Este blog quizás lo debería haber creado mucho antes o quizás no, pero el hecho es que al fin me he decidido y aquí está.

Siempre me hacía ilusión pensar que alguna vez podía trabajar para una compañía importante y más si era de una de mis aficiones como es Nintendo, y para mi algería esa ilusión se ha convertido en realidad.

Desde hace más de un mes estoy trabajando para Nintendo, la compañía de videojuegos creadora de entre muchos a los personajes de los juegos como Mario Bros., Zelda, Pokémon, Donkey Kong, etc.

Para trabajar aquí, he tenido que desplazarme a vivir a Alemania, concretamente a Frankfurt am Main, y aunque cuesta un poco al principio, la cosa no está tan mal. Pero donde esté mi Gran Canaria y sus microclimas no hay comparación.

A partir de ahora espero poder ir poniendo noticias de lo que vaya aconteciendo un poco todo y añadiendo alguna que otra foto.

Para empezar dejaré esta foto que es del rio Main (No, no significa Rio Principal). La traducción sería Meno, por tanto vivo en "Frankfurt del Meno" que queda muy mal, asi que no lo llamaré asi. Este rio está muy cerca de la casa donde vivo y a menudo hay ferias, mercadillos y algún que otro evento en sus orillas.